CAMPECHE, CAMP. La figura del divorcio exprés, que permite disolver un matrimonio en semanas sin necesidad de justificar la causa, está cambiando la forma en que las familias mexicanas enfrentan los conflictos. Según el abogado Manuel Iris Balan, este mecanismo, pensado originalmente para casos excepcionales, se ha vuelto la norma y podría afectar la estructura familiar y la protección de niñas, niños y adolescentes.
“Antes tenías que justificar por qué se iba a disolver el matrimonio; ahora, en 15 días o un mes, ya se decreta el divorcio sin juicio”, explicó Balan. “Siempre había la excepción de los casos graves, pero nuestra sociedad está haciendo algo ilógico, estamos convirtiendo la excepción en regla”.
El especialista advirtió que esta rapidez para separarse puede impactar directamente en los hijos. “Todos queremos que sea excepción y convertirla en regla. Es decir, ya me molesté, me voy a divorciar.
No soporto a mis hijos, se los devuelvo. Pero como padres debemos entender que el amor hacia ellos implica tolerancia hacia nuestro cónyuge; los hijos necesitan a ambos padres, no solo a uno”, señaló.
Sobre las causas que llevan al divorcio, Balan aseguró que más que la infidelidad, son las emociones y conflictos personales los factores predominantes. “La infidelidad es subjetiva; aunque algunos me critiquen, no siempre es la verdadera causa de la ruptura”, añadió.
El abogado concluyó que este cambio cultural refleja una sociedad que busca soluciones rápidas a los conflictos matrimoniales, dejando de lado la estabilidad familiar y la crianza compartida. “Lo que antes era excepcional, hoy se ha normalizado, y eso tiene consecuencias profundas en nuestras familias”, enfatizó.
