CDMX – Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo compartió impresiones de su visita a hospitales y funerarias en Oaxaca, tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico en Nizanda. Describió un ambiente de profunda solidaridad, fraternidad y agradecimiento por parte de las víctimas y sus familiares hacia el gobierno federal y los equipos de emergencia.
“La generosidad de la gente quita el aliento”, afirmó, destacando cómo estos valores contrastan con la “vileza” y “rapiña política” de algunos críticos en redes sociales que esperaban reclamos o protestas.
Sheinbaum subrayó la presencia constante del gobierno en emergencias, coordinando un “súper equipo” de servidores públicos dedicados. Aprendemos del pueblo la humildad, la sencillez y el apoyo profundo, dijo, asegurando que esta cercanía guía las acciones oficiales.
Enfatizó la responsabilidad en la investigación: se analiza la caja negra del tren para esclarecer causas con rigor, rechazando especulaciones prematuras mientras avanza el peritaje de la Fiscalía General de la República.
Asimismo, reiteró que el gobierno permanecerá atento a las necesidades de las familias, con apoyos integrales y coordinación estatal, aprendiendo de la generosidad popular para no equivocarse en la atención a las víctimas.
La mandataria cerró su mensaje con un llamado a la unidad nacional, recordando que en momentos de dolor es cuando más se manifiesta la grandeza del pueblo mexicano. “Aprendamos todos de esta generosidad que nos enseña la gente humilde de Nizanda y de Oaxaca”, concluyó, reafirmando su compromiso de seguir cercana a las comunidades afectadas en los próximos días.
