CAMPECHE, CAMP. Mientras el calendario consume sus últimas hojas de 2025, el aroma a gastronomía regional y el bullicio de los cubiertos parecen marcar el ritmo de la recuperación económica en Campeche. El sector restaurantero local se prepara para un “portazo” positivo, proyectan un incremento en ventas de hasta el 15% respecto al año pasado, una cifra que, comparada con los meses más flojos del año, representa un salto de vitalidad de casi el 40%.
No es solo un número en un balance contable; se siente en el aire. Las mesas del Centro Histórico y los corredores del Malecón han dejado de ser postales solitarias para convertirse en el epicentro de una dinámica que mezcla idiomas y acentos. Turistas nacionales y extranjeros caminan la ciudad, y eso se traduce en una sola cosa, reservas agotadas.
Rodrigo Bojórquez Ruiz, líder de la Canirac en el estado, señaló que el año pasado apenas un 8 a 10 por ciento subieron las ventas, pero confía en que tanto locales como visitantes llenen los comercios, esto pues durante la medianoche del 31 de diciembre muchos se reúnen tanto con amigos como con familiares.
“Estamos viendo esta nueva dinámica. Tanto campechanos como turistas ya están caminando la ciudad, las reservas de ambos sectores están subiendo y esperamos cerrar con un incremento de venta de entre el 10 y el 15% anual”, afirmó Bojórquez Ruiz.
A pesar del optimismo, el sector no peca de ingenuo. Bojórquez Ruiz reconoce que el 2026 será un año de retos, pero la estrategia es clara, aprovechar el “vuelo” que deja este cierre de diciembre para enfrentar la incertidumbre del ciclo que inicia.
Para el ciudadano común y el empresario, el dato es contundente, si los restaurantes están llenos, la rueda de la economía local gira. El reto ahora será mantener ese 40% de incremento logrado en la temporada alta frente a la cuesta de enero que se asoma en el horizonte

