CAMPECHE La alcaldesa de Campeche, Biby Rabelo, se encuentra en el ojo del huracán tras el anuncio del “Tradicional Bailazo de Año Nuevo”, programado para este 31 de diciembre en el Malecón. Aunque el evento se promociona como una festividad para el pueblo, ciudadanos han manifestado su inconformidad al considerar que la administración municipal está convirtiendo una celebración pública en un negocio, al imponer cobros por el uso de mesas y sillas en el área del evento.
Según la publicidad oficial difundida por el Ayuntamiento, los asistentes tienen la opción de llevar sus propios muebles sin costo, pero para quienes busquen comodidad, el DIF Municipal ha establecido una “cuota de recuperación”. Los precios anunciados son de $50 pesos por una silla en mesas preferenciales y hasta $500 pesos por una mesa completa con diez sillas. Para muchos campechanos, estos cobros resultan excesivos y fuera de lugar para una administración que debería garantizar el libre esparcimiento gratuito.
La crítica principal recae en que, mientras se pregona un gobierno cercano y amable, la gestión de Rabelo de la Torre aprovecha las festividades populares para monetizar espacios públicos.

