CAMPECHE, CAMP. Campeche llega a estas alturas de diciembre con una señal que no conviene ignorar: los brotes respiratorios son inevitables. La Secretaría de Salud federal confirmó 47 casos de Covid-19, 27 de influenza y 24 brotes de tos ferina en el estado. No hay defunciones, pero las cifras empiezan a moverse justo cuando el clima decide volverse un péndulo, calor
que derrite al mediodía y un fresco repentino al caer la tarde, la combinación perfecta para que los virus encuentren grietas.
Aunque autoridades reconocieron que las cifras son bajas comparadas con otros estados de la república, las cifras se han logrado mantener bajas porque las campañas de vacunación no se han detenido. En una temporada en la que los resfriados se propagan con la misma velocidad con la que anochece, esa constancia es la diferencia entre un brote y una crisis.
El panorama nacional ayuda a entender qué está en juego. Chihuahua concentra 90 brotes de tos ferina, mientras que Yucatán y Ciudad de México lideran los casos de influenza con 284 y 279 brotes, respectivamente. En Covid-19, la capital encabeza la lista con 1,563 brotes. El contraste con Campeche podría parecer tranquilizador, pero es más bien un recordatorio, tener pocos casos no significa estar fuera de peligro, solo implica que todavía es momento de prevenir.

