Extraordinaria, espectacular, enfundada en traje de campechana, la cantante Lila Downs apareció en el escenario del atrio de la Catedral de Campeche para protagonizar el evento estelar del Festival Internacional del Centro Histórico de Campeche 2025, organizado por el Instituto de Cultura y Artes del Estado de Campeche.
Ante más de 4 mil personas, la ganadora del Grammy y seis Latin Grammy abrió su presentación con los temas “Son del Chile Frito”, “Cumbia” y “El Conjuro”, “Cambias mi mundo”, acompañada del Ballet Folklórico del Estado de Campeche “Luisa María Sosa Illescas”.
Humilde, poética, tradicional y cautivada por esta tierra maya, Lila Downs llevó al público por los paisajes de la selva, el fuego y la tierra caliente.
Interpretó “El Beso”, título de su aclamada gira que celebra el amor, y continuó con “Dos Corazones” y “En el último trago” de José Alfredo Jiménez.
Sonó también “Semilla de Piedra”, la canción de Lila Downs inspirada en el hallazgo arqueológico de la tumba 7 de Monte Albán, cumbia maya, así como “La San Marqueña” y “Zapata se queda”, estas últimas acompañadas del Ballet Folklórico del Estado de Campeche “Luisa María Sosa Illescas”.
El Centro Histórico de Campeche se convirtió en un verdadero escenario de baile y unión donde todos se pusieron a bailar, campechanos y visitantes compartiendo un momento de celebración colectiva.
Al final, el público la ovacionó pidiendo un tema más, y Lila Downs respondió con “Naila” y “Mezcalito”, cerrando con broche de oro una noche inolvidable en el corazón de Campeche.
Lila Downs agradeció públicamente a la gobernadora Layda Sansores San Román, a su hermana Laura Sansores San Román, a la secretaria de Gobierno Liz Hernández y a Mónica Sosa Rodríguez, directora del Instituto de Cultura y Artes del Estado de Campeche, así como al director del Ballet Folklórico de Campeche “Luisa María Sosa Illescas”.
La cantante estuvo acompañada de su banda La Misteriosa, integrada por Angelito Chacón en guitarra, Moisés García en trompeta, Patricia Piñón en percusión, Mario Saavedra en batería, Leonardo Soqui en acordeón y teclados, Ulises Martínez en violín, Giovanni Buzzurro en bajo y Humberto Sanabria.
Una de las voces más poderosas y singulares que existen hoy en día, Lila Downs, nacida y criada tanto en Oaxaca como en Minnesota, hija de una mujer indígena mixteca y padre angloamericano, ha escrito narrativas de resistencia indígena protegiendo la visión originaria de las plantas y comida sagradas de su cultura oaxaqueña, respetando las tradiciones del continente americano.
Con influencias que van desde la música folclórica y ranchera de México hasta la música del sur de Estados Unidos, cruzando barreras y generando sonidos que van desde el folk, jazz, blues, folclórica, indígena y ranchera hasta el hip hop, esta apasionada activista de los derechos humanos marca en sus letras relatos enfocados desde la injusticia social hasta las historias suprimidas de mujeres en Latinoamérica de orígenes indígenas y trabajadoras. Su simbólica presencia en el escenario del atrio de la Catedral de Campeche, contando conmovedoras historias, trascendió todas las barreras del lenguaje y dejó una huella imborrable en el corazón de todos los asistentes.
