CAMPECHE, CAMP. Ante el reto financiero más grande de las últimas décadas, la gobernadora Layda Sansores ha decidido tomar “el toro por los cuernos”. Afirmó que Campeche tiene condiciones para salir adelante rumbo a 2026, aun frente a los recortes federales previstos, y sostuvo que el estado cuenta con las herramientas financieras necesarias para mantener su operación, su estabilidad e incluso en un escenario donde los ajustes podrían alcanzar hasta 3 mil millones de pesos.
Durante el “Martes del Jaguar”, la mandataria fue clara al señalar que la estrategia central para evitar cualquier parálisis operativa y detonar la economía local consiste en una inversión estratégica de 1,000 millones de pesos. Este recurso, lejos de ser una carga, se plantea como el motor que generará liquidez, vivienda y empleos directos para los campechanos lo cual romperá finalmente con el ciclo de decrecimiento económico que ha arrastrado el estado por 20 años.
Además explicó que la deuda que se plantea tiene como objetivo revertir los efectos de la fórmula federal que durante años castigó a Campeche por su condición de estado petrolero, una distorsión que hoy limita el desarrollo de la entidad pese a haber sido uno de los principales aportadores de riqueza al país; como ejemplo del rezago que dejó ese modelo, citó la posición del estado.
“Nos dicen, ¿en qué lugar del PIB está Campeche? Estamos en el lugar número 36 de los 32 estados, porque entonces estamos menos este, menos este, menos este, así, no existen, pero estamos, la distancia que hay entre donde está Campeche y el que es el último lugar es enorme, todo gracias al pinche petróleo”.
“Somos pobres pero dignos; no robamos y no gastamos más de lo que tenemos. Lo que pedimos es porque sabemos que podemos pagarlo”, remató la mandataria, resaltando que la salud financiera del estado ha “conmovido” incluso a las autoridades de Hacienda por su orden y transparencia.
AJUSTES PARA NO DETENER CAMPECHE
Sansores reconoció que trabajar con un presupuesto más ajustado representa un reto operativo; sin embargo, subrayó que anticiparse a ese escenario permite evitar improvisaciones y mantener el funcionamiento del gobierno.
“Cuando todos empiecen a recibir la mitad para hacer el trabajo, la tarea, podríamos entrar en una parálisis”, señaló, al explicar la importancia de prever soluciones antes de que los efectos se reflejen en la vida diaria del estado.

