En una emotiva y reveladora entrevista, Shanik Berman, reconocida periodista y presentadora de espectáculos, a nombre de Grupo Cantón, tuvo el honor de dialogar con Fátima Bosch Fernández, la Miss Universe 2025. Representando con orgullo a México, Fátima comparte su visión sobre la belleza, la perseverancia y el poder de los sueños. Con una corona que simboliza no solo su éxito, sino también la esperanza y el empoderamiento de las mujeres, Fátima nos invita a reflexionar sobre la importancia de conocerse a uno mismo y de no permitir que las opiniones externas nos desvíen de nuestras metas.
A lo largo de la conversación, Fátima revela sus rituales personales antes de cada evento significativo, su conexión espiritual y cómo ha aprendido a valorar tanto las victorias como las derrotas en su camino. Con una sinceridad cautivadora, nos habla de sus deseos más profundos y de cómo el amor y el respeto son fundamentales para reconocer nuestro propio valor.
Esta entrevista no solo nos ofrece un vistazo a la vida de una mujer que ha alcanzado la cima, sino que también resuena con un mensaje universal: la verdadera belleza radica en la autenticidad, la valentía y el amor propio. Acompáñanos en este viaje a través de las palabras de Fátima Bosch, una reina que, con su luz, inspira a todos a seguir sus sueños sin distracciones.
Es un orgullo tenerte como representante de nuestro país. Entonces, ¿qué diría tu corona? Esa corona que tienes puesta sobre la cabeza, que vale además como cinco millones de dólares, ¿qué diría si pudiera hablar?
Bueno, yo creo que esta corona ha visto y vivido muchas cosas que a lo mejor pensé que jamás iba a vivir. Pero ¿qué le podría decir yo a todas las mujeres y a todas las niñas? Que mientras ustedes sepan quiénes son, no necesitan demostrarle nada a nadie. Mientras tengan un propósito firme y una meta a la cual quieran llegar, basta con que ustedes y la gente que las quiere crean en ese sueño, y que no importe lo que digan los demás. Mientras sepan su valor, enfóquense en eso y no dejen que ningún ruido externo las distraiga de lo que su corazón quiere llegar a ser.
¿Tienes algún ritual cuando vas a ir a alguna alfombra roja, a una entrevista, antes de salir a Miss Universo o cuando vas a hacer algo importante?
Siempre, antes de cualquier momento importante en mi vida, voy a la iglesia. ¿Por qué? Para contarle a Dios lo que voy a hacer, y siento que así le aviso como de: “Oye, tengo este asunto, quiero que salga bien. Si sale bien, qué padre; si no sale bien, también entenderé, pero por favor que salga bien”.
Entonces, con eso me siento tranquila, porque digo: “Ok, ya le dije al CEO del Universo los anhelos de mi corazón; ahora Él va a tomar en cuenta lo que yo necesito para mi vida”. Porque la realidad es que, antes de ganar esta corona, yo perdí muchas veces en la vida. Eso es lo que no sabe la gente. Perdí muchas veces en muchas cosas, y por eso se disfruta cuando las cosas salen bien, cuando trabajaste duro por algo. Siempre me llevo a mi virgencita, que me da buena suerte.
¿A cuál virgen?
Es la Virgen de Medjugorje, que es la virgen que salvó a mi mamá. Igual tengo la Virgen de Fátima en el cuello siempre, y también a la de Guadalupe. O sea, de verdad, bueno, todas son la misma. Entonces me encomiendo a ella y siempre, por ejemplo, en Miss Universo, antes de salir al escenario, sientes como una montaña rusa de emociones. Yo no tenía experiencia en los certámenes de belleza. Siempre me persigno, porque es como de: “Ok, hasta aquí llego, pero lo demás es voluntad de Dios”. Entonces, siempre antes de cualquier cosa es persignarme, encomendarme al creador del universo, en resumen.
Estás muy chiquita para decir que has perdido muchas veces, no te creo.
Creo que en la vida se aprende perdiendo, entonces no tiene nada de malo. Todos los seres humanos hemos fracasado; nadie puede ganar siempre en la vida, y eso no tiene nada de malo, porque el día que entendemos que no nos define lo que nos pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa, la perspectiva cambia. Entonces nada te puede afectar, porque sabes que por algo está pasando y algo vas a aprender al respecto. No tiene nada de malo perder, porque solo perdiendo valoras cuando ganas.
¿Qué le pediría alguien que tiene cuerpo de mármol, ojos verdes, boca de cereza de rubí y la corona en la cabeza de la mujer más bella del mundo? ¿Qué le pedirías a Santa Claus?
Bueno, les voy a contestar con dos respuestas. Yo le pediría a Santa Claus que todas las personas del mundo pudieran pedir un deseo, pero que solo fueran cosas positivas. Por ejemplo, que haya cura para una enfermedad, que el medio ambiente mejore. Si todos pidieran algo positivo, se arreglarían mil problemas en el mundo.
Yo quiero saber qué va a pedir la mujer más bella del mundo.
Y si fuera egoísta y pidiera algo para mí, yo creo que sería volver a ver a mi perro que se murió.
¿Aparte de bella, amas a las mascotas?
Sí, a los animales. Él era mi mejor amigo. Yo creo que eso pediría: volverlo a ver.
¿De dónde sacas tanta fuerza? ¿Cómo le haces?
Yo creo que siempre uno tiene que saber su valor.
Pero ¿cómo le haces para saber tu valor?
Uno tiene que amar mucho y saber que el respeto, el cariño y la empatía que das a los demás, también mereces recibirlos. Porque en el momento en que sabes lo que vales —que es un trabajo de muchos años— ya no permites ninguna falta de respeto. Entonces, yo creo que es muy importante siempre, y sé que suena a cliché porque lo digo mucho: la voz es para usarse.
Si puedes alzar tu voz, no importa que te tiemblen los pies o la voz, tienes que hacerlo, porque los que hacen historia son las personas valientes que se atreven a romper moldes y estereotipos. Si ven que algo no está bien, lo dicen. De eso se trata la vida, de ser valientes. Y no siempre soy valiente; hay veces que quisiera ser un pollito y meterme en una cajita y que nadie me viera, pero hay que seguir trabajando, hay que seguir hacia adelante. No importa cuántas veces la vida te ponga de rodillas, porque al final siempre vas a encontrar amor. Y lo vuelvo a repetir: si sabes quién eres y Dios conoce tu corazón, todo lo demás cae por su propio peso.
¿Eres reina de tacones o de tenis?
Yo creo que de los dos. A veces tenis, para jugar, ir al gym o salir a correr, o simplemente porque no quieres usar tacones; y tacón bonito, chiquito, no tan alto.
¿Y dónde guardas la corona? Porque todo mundo nos ha preguntado si te bañas con la corona, si duermes con la corona, si cocinas con la corona.
Sí, eso es cierto. Duermo, me baño, como, ceno y cocino con la corona. Más allá de su valor económico, es un recordatorio de que con esfuerzo todo se puede. Para mí fue algo personal, fue una meta que me puse y por la que trabajé mucho. Entonces sí, literal.
“EN MI SIEMPRE VAN A TENER UNA FAMILIA QUE LOS AMA”
“Ustedes me conocen desde que era yo una bebé, me han conocido en todas mis etapas y aun así han decidido quedarse a mi lado”.
“Para mí, las personas que están aquí son mi familia, porque son los que nunca han quitado el dedo del renglón”.
“Y no importa si nos conocimos hace unos años, si no es de sangre, quiero que sepan que en mí siempre van a tener una familia que los ama y que les agradezco de todo corazón que estén aquí”.
