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13 diciembre, 2025

GUADALUPANA

Campeche

“GUADALUPANA” PRENDE A CAMPECHE

Miles de campechanos fieles a la Virgen de Guadalupe acudieron a su santuario a entonarles las mañanitas.

CAMPECHE, CAMP. La fe guadalupana se desbordó en la capital y no hubo contención. Cientos de campechanos transformaron la avenida Miguel Alemán en un río incandescente de devoción durante la noche del 11 y madrugada del 12 de diciembre, en una celebración masiva a la Virgen de Guadalupe que fue mucho más que una fiesta religiosa: fue un clamor popular por la paz y la unidad.

Antes de llegar al Santuario Diocesano Mariano de Nuestra Señora de Guadalupe, cantos, porras y motores rugieron, pues la ciudad se volcó para celebrar primero con una caravana que mezcló autos, motos, bicicletas y hasta camiones de transporte adornados con luces navideñas y globos, imágenes de la morenita, toda una explosión de fervor que hizo vibrar las calles.

Antorchistas también hicieron su parte, decenas realizaban sus últimas paradas entre oraciones, gritos de júbilo y cantos que se escuchaban varias cuadras atrás. Mientras que familias enteras, niños, jóvenes, adultos con velas, matracas, suéteres y hasta sábanas improvisadas para espantar el frío. Todos preparados para cantarle las tradicionales Mañanitas a la media noche.

UN LLAMADO A SANAR HERIDAS

Durante esto, comenzó la misa de acción de gracias, donde el administrador diocesano, el Párroco Marcos Rubén Cohúo Muñoz, dio la homilía. Durante esto, el padre ofició el encuentro que trascendió lo ceremonial para convertirse en un llamado social. El mensaje central, que resonó con la multitud de creyentes, fue la necesidad de la reconciliación como camino hacia la paz.

“Nos acostumbramos a los momentos de la emoción, del sentimiento, pero que lamentablemente no caemos en la profundidad de lo que significa para nosotros esta presencia maternal de María,” advirtió el párroco.

El sacerdote destacó que María de Guadalupe se hizo presente “en uno de los momentos más críticos, difíciles y complicados dentro de la historia de nuestro caminar de México” para ser un imán que atrae al pueblo a ser “constructores de la paz”.

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Hizo hincapié en la necesidad de sanar las “familias destruidas, familias fragmentadas” por la carencia de amor y afectividad, un mensaje profundamente conectado con la realidad social del país. La paz, según la prédica, se logra al buscar la armonía con Dios y el prójimo, e invitó a los presentes a prepararse para los 500 años de la aparición de la Virgen, no solo para “tomarse la foto”, sino para vivir la fe y devoción todos los días.

CIUDAD ENCENDIDA POR LA FE

La ciudad de los cantares —como suele presumirse— se transformó en un escenario vivo. Mientras familias se abrían paso entre la multitud, los vendedores hacían su agosto con tamales, tortas, refrescos, camisas guadalupanas y dulces tradicionales. La fiesta era completa, visual, sonora, espiritual y muy campechana.

La seguridad se hizo notar sin estorbar. Elementos de la Policía Municipal escoltaron todo el recorrido para evitar accidentes, mientras agentes a pie vigilaban el Centro histórico. Protección Civil delimitó áreas con cuerdas, evitando que la emoción cruzara a destiempo el paso de la caravana. La fiesta necesitaba orden, pero sin apagar el ánimo.

Cuando terminó la ceremonia, la fiesta no decayó. La gente seguía moviéndose, brincando, aplaudiendo, comprando algo caliente o alguna camisa para recordar la noche. Los puestos vendían lo que fuera; los devotos seguían cantando; los niños jugaban entre los globos; la ciudad respiraba en modo celebración.

En Campeche, la fe no se explicó, simplemente se vio. Y entre luces navideñas, música, rezos, tamales y motocicletas, quedó claro que la devoción por la morenita del Tepeyac sigue siendo el único motivo capaz de detener —y al mismo tiempo acelerar— a toda una ciudad.

MÁS DE 20 MIL FIELES

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• La devoción a la Virgen de Guadalupe ha convocado este año a más de 20 mil personas en su santuario, consolidando una festividad que destaca no solo por su magnitud, sino por el profundo fervor de sus participantes. Álvaro Ramírez, secretario del recinto, destacó que este flujo constante de peregrinos, provenientes tanto de la ciudad como de diversos puntos del estado, refleja una fe que crece año tras año.

• Para recibir a quienes llegan a pie o en bicicleta tras cumplir largos trayectos, la comunidad local ha desempeñado un papel fundamental a través de una red de apoyo que garantiza alimentos, agua y descanso a los visitantes, demostrando que la caridad es una p

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