CAMPECHE, CAMP. El parque Moch-Couoh amaneció distinto este fin de semana, autos estacionados en fila, gente llegando a pie, sombra improvisada bajo una carpa que intentaba domar el sol, y un mismo impulso recorriendo el lugar, protegerse antes de que el invierno cobre factura. Ese ambiente de prisa serena marcó el arranque del Vacunatón 2025, una jornada que consiguió lo que pocas actividades logran en sábado: que la ciudadanía fuera puntual.
La Secretaría de Salud desplegó ahí un menú completo de vacunas gratuitas. Desde las que marcan la temporada —COVID -19, influenza y la neumocócica— hasta las esenciales del esquema básico como sarampión, la triple viral (SRP), rotavirus y la hexavalente. La carpa se volvió punto de encuentro de niñas y niños tomados de la mano, embarazadas, adultos mayores, personas con comorbilidades y estudiantes que llegaron con la cartilla lista como si fuera boleto de entrada.
El detalle que selló la escena fue la anticipación del público. Nadie llegó improvisando; las cartillas en mano aceleraron el proceso y evitaron aglomeraciones. Y aunque detrás del operativo hubo organización institucional, lo que realmente sostuvo la jornada fue la voluntad colectiva de vacunarse antes de que el frío venga acompañado de complicaciones.
El parque mostró algo básico pero poderoso, cuando la ciudadanía se apropia de su salud, la prevención deja de ser un trámite y se convierte en costumbre. Cada invierno recuerda la misma lección, las vacunas no son un lujo de temporada, sino un escudo que evita que los contagios habituales se transformen en historias trágicas.
