CAMPECHE.– Con sonrisa de foto y discurso de “gestión responsable”, Biby Karen Rabelo de la Torre entregó al Congreso su Ley de Ingresos 2026: Casi mil 938 millones de pesos. Suena mucho… hasta que uno lee la letra chiquita.
El 71.9 por ciento de ese dinero –mil 394 millones– no lo genera Campeche. Lo manda la Federación y el Estado porque aquí no sabemos cobrar ni predial, ni licencias, ni multas. Los ingresos propios apenas llegan al 28 por ciento, y de esos, el 20 por ciento viene de trámites y permisos que la gente paga de mala gana porque no le queda de otra.
¿Y para qué quiere tanto dinero la presidenta municipal? Para lo mismo de siempre: para decir que “está trabajando” mientras los campechanos seguimos viviendo en la mugre.
Basta dar una vuelta por la ciudad: calles rotas que parecen cráteres lunares, basura que se amontona en cada esquina, lámparas fundidas desde hace meses, drenaje colapsado cada vez que llueve dos gotas y policías que ni patrullan porque no hay gasolina. En las colonias populares el agua llega cuando quiere, y cuando llega, llega café.
Pero Biby Rabelo no ve eso. Ella ve números bonitos y pide más presupuesto “para obra pública y servicios”. ¿Qué obra pública? ¿Las banquetas a medias? ¿Los parques que prometió y siguen siendo terreno baldío? ¿Los baches que tapa con tierra y dos días después vuelven a aparecer?

