CDMX.- Lo más relevante no es que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) haya reaparecido, eso era cuestión de días, sino el mensaje político que mandó y la respuesta inmediata de Claudia Sheinbaum: Unidad absoluta, continuidad sin fisuras y movilización masiva para el sábado 6 de diciembre en el Zócalo.
El libro “Grandeza” funciona como pretexto perfecto: Reivindica el orgullo por las civilizaciones originarias, exalta los valores familiares y la generosidad mexicana (hasta Trump salió citado como testigo involuntario), y sobre todo, vuelve a colocar al tabasqueño como el gran pensador moral del movimiento. Sheinbaum lo entendió y lo abrazó sin titubeos: “A él le toca ahora la reflexión, pero sigue luchando desde donde está”.
Traducción política clara: 1. No hay distancia entre el ex presidente y la presidenta en funciones. 2. El liderazgo moral de López Obrador permanece intacto y activo. 3. El 6 de diciembre no será un mitin más: será la demostración de fuerza del “segundo piso de la 4T” ante cualquier duda interna o externa. Durante la conferencia de “La
Mañanera del Pueblo”, la mandataria Claudia Sheinbaum lo dijo sin rodeos: “El pueblo está con el proyecto. Lo dicen las encuestas y lo veremos el sábado”.
Y remató con la frase que resume el momento: “Somos el movimiento social que está en el poder… y no hemos traicionado ni vamos a traicionar”. Desde Palacio Nacional subrayó: “Hoy, el poder no está divorciado del pueblo”. Y afirmó, lo veremos el sábado en la plaza de la Constitución, donde se festejarán siete años de la Cuarta Transformación.
“El 6 de diciembre no es solo para celebrar siete años de transformación. Es para recordarle a todos –aliados, adversarios y mercados– que este movimiento sigue teniendo dueño, calle y futuro. ¡Nos vemos en el Zócalo!, dijo.

