CAMPECHE, CAMP. La Cruz Roja de Campeche ya prepara su misión más demandante del año: el operativo guadalupano. El 11 de diciembre volverán a instalar el tradicional puesto de hidratación y socorro para los peregrinos en el muelle de la capital, un punto donde cada año miles llegan agotados, deshidratados o con alguna lesión tras largas horas de camino.
Verónica Rodríguez, coordinadora local de Capacitación de lCruz Roja, explicó que esta instalación no es un simple toldo y una hielera; detrás hay una logística completa que incluye preparar alimentos, comprar insumos, mover mobiliario, rentar mesas grandes para que los peregrinos puedan descansar y abastecer de combustible a las unidades que estarán de guardia durante todo el operativo. Nada se improvisa, todo cuesta y todo se usa.
Además, recordó que, en años anteriores, estos gastos recaían únicamente en los propios voluntarios. Ellos pagaban comida, hielo, mesas, combustible y lo necesario para mantener el puesto funcionando desde el mediodía hasta que pase el último contingente. Pero el flujo creciente de peregrinos hizo que el operativo se volviera demasiado pesado para sostenerlo sin apoyo externo.
Por eso el boteo de estos días en el malecón está directamente conectado con ese operativo, cada moneda que cae dentro de la alcancía busca garantizar que el 11 de diciembre haya agua, sombra, atención y descanso para quienes llegan a la ciudad caminando con la fe en los pies y el cansancio en la espalda.
