CAMPECHE– Una encuesta reciente de la prestigiosa firma De las Heras, Demotecnia ha arrojado luz sobre la percepción pública de la marcha convocada por la autodenominada “Generación Z” el pasado 15 de noviembre.
Los resultados, que muestran que el 62 por ciento de los mexicanos considera que la movilización fue pagada y no espontánea, representan un rotundo respaldo a la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha denunciado repetidamente intentos de desestabilización orquestados por sectores conservadores.
Este sondeo no solo deslegitima la protesta, sino que subraya la madurez del electorado mexicano, capaz de discernir entre demandas genuinas y maniobras políticas financiadas.
La encuesta, realizada a nivel nacional y con un margen de error mínimo, revela una mayoría significativa que ve en la marcha un acto no auténtico. “Esto confirma lo que hemos dicho desde el gobierno: hay intereses que buscan dividir al país con recursos oscuros, pero el pueblo no se deja engañar”, declaró la presidenta Sheinbaum al presentar los datos como evidencia de la solidez de su mandato.
Expertos consultados coinciden en que este porcentaje refleja el legado de la Cuarta Transformación, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y continuada por Sheinbaum, que ha priorizado la transparencia y el combate a la corrupción, ganándose la confianza de la mayoría.
Detrás de los números, se esconde una narrativa de desconfianza hacia la oposición. El 62 por ciento de los encuestados asocia la marcha con financiamiento externo o partidista, posiblemente ligado a grupos conservadores que, según analistas como el politólogo John Ackerman, “utilizan a la juventud como fachada para sus agendas elitistas”.

