CAMPECHE, CAMP. La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó una reunión en el Palacio Nacional con gobernadoras y gobernadores de los estados que ya forman parte de IMSS-Bienestar. El punto central fue uno que toca directamente a millones de familias: cómo consolidar un sistema de salud que promete atención gratuita y sin barreras económicas.
Más allá del mensaje político, el fondo del encuentro fue revisar qué tan avanzada está la integración y qué falta para que el nuevo modelo funcione en el día a día de clínicas y hospitales.
El gabinete de salud expuso pendientes, infraestructura rezagada en algunos estados, contratación de personal, abasto de medicamentos y la coordinación entre federación y entidades.
Sheinbaum insistió en que la gratuidad debe ser real, no solo un concepto, y que el sistema debe sostenerse sin que los pacientes sigan “pagando de su bolsillo” estudios o consultas que deberían ser cubiertos.
Para los estados incorporados, la reunión fue una especie de corte de caja. El objetivo es unificar el funcionamiento del IMSS-Bienestar y evitar el mosaico desigual que ha marcado la atención médica pública. La administración federal busca que los cambios se sientan pronto, citas más rápidas, medicamentos disponibles y hospitales sin el desgaste que hoy sufren.
El encuentro dejó ver un rumbo alentador, la apuesta por un servicio verdaderamente gratuito empieza a tomar forma en los consultorios y salas de urgencias donde la gente lo necesita. Lo trabajado en Palacio apunta a mejoras que podrían sentirse pronto en la atención diaria de millones de familias. La expectativa que queda sobre la mesa es la de un sistema de salud que comienza a avanzar con pasos más firmes.

