CAMPECHE, CAMP. El crecimiento arqueológico que detonó el Tren Maya en Campeche abrió una oportunidad inesperada, la necesidad de ampliar el equipo del INAH para atender mejor los hallazgos, las zonas rescatadas y el interés turístico que ha ido en aumento.
Antes de que comenzara la construcción, se proyectaron 75 nuevas plazas, pero hoy esa cifra quedó corta frente al impulso que tomó el proyecto. Así lo planteó el secretario general del sindicato del INAH en Campeche, Carlos Hernández Carrillo, al señalar que es momento de actualizar las bases y responder a la nueva realidad.
El trabajo en campo lo confirma. Con cada tramo terminado del tren surgieron investigaciones, rescates y espacios que ahora requieren vigilancia continua. Museos locales ganaron actividad y las rutas culturales crecieron, atrayendo a más visitantes curiosos por la historia que emerge del subsuelo campechano.
Es un movimiento que beneficia al estado, pero que también demanda más personal para sostener ese ritmo. Hoy, con obras concluidas, rutas en operación y nuevos vestigios bajo resguardo, Campeche necesita una plantilla que acompañe este crecimiento. Para el INAH, reforzar su equipo no solo permitiría distribuir mejor las tareas, sino consolidar el trabajo que ya se ha logrado con el proyecto
