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13 diciembre, 2025

Claudia Sheinbaum

Campeche

“Acabar con corrupción es dar bienestar al pueblo”

CAMPECHE. En el corazón de Campeche, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lanzó un mensaje rotundo y sin ambages, dirigido tanto a la oposición que ha intensificado su guerra sucia en redes sociales como al empresario Ricardo Salinas Pliego, quien durante años obtuvo amparos judiciales en contubernio con ministros y jueces para evadir el pago de impuestos.

“Acabar con la corrupción es como estamos dando bienestar a los mexicanos, a los campechanos”, afirmó con claridad, recordándonos que el verdadero motor del progreso no son los privilegios de unos pocos, sino la justicia para todos.

Durante el banderazo a las obras de acueducto, la Jefa del Ejecutivo estuvo acompañada de la gobernadora Layda Sansores, su “compañera de lucha”, donde celebró el cumplimiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con las leyes y la Constitución, contrastándolo con el México de antaño, dominado por “privilegiados con influencias”.

Hoy, enfatizó, “México le pertenece a su pueblo”. Este es el núcleo del proyecto de nación que representa la Cuarta Transformación:

“Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. Ante las campañas difamatorias pagadas en redes, la presidenta fue categórica: “No pasa nada. La gente sigue cerca de su gobierno”.

Los mexicanos, alertas y escarmentados, ya no caen en engaños. Saben que estas embestidas son parte de una “gran transformación de la vida pública”, no una debilidad del gobierno.

No escapó a su análisis el machismo subyacente en algunos ataques. “Creyeron que porque era mujer o me vieron débil, nos íbamos a doblar, nos íbamos a quebrar. Nada”.

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Aquí seguimos, insistió, impulsando la Cuarta Transformación. Desmintió a los “comentócratas” y conductores televisivos que pronosticaban un cambio de rumbo, una división con Andrés Manuel López Obrador. “No nos vamos a dividir nunca. Es un honor estar con Obrador, porque somos parte de un movimiento de transformación”. Esta continuidad no es capricho, sino compromiso con un legado que prioriza al pueblo sobre las élites.

Desde Campeche, en su cuarta visita como presidenta, Sheinbaum inauguró el proyecto “Agua para Campeche”, una iniciativa integral para garantizar agua potable en cada hogar del estado. Pero no se detuvo ahí: enumeró logros concretos que responden a la pregunta recurrente de los escépticos: ¿Cómo se financian tantas obras y programas sociales sin aumentar impuestos ni endeudar al país?

La respuesta es sencilla y poderosa: acabando con la corrupción y los privilegios. Pensiones universales para adultos mayores que aumentan con la inflación; apoyos a personas con discapacidad; becas para todos los estudiantes de preparatoria y, este año, para secundarias públicas; un nuevo programa para mujeres de 60 a 64 años; garantías en educación, Sembrando Vida y Producción para el Bienestar.

Pronto, un plan ambicioso para revivir la producción de arroz y leche en Campeche, abandonada en el periodo neoliberal. Más preparatorias, universidades y obras estatales, todo con una economía sólida: el peso fortalecido, récord de empleos formales en octubre de 2025, pese a aranceles y tensiones globales.

Tres principios guían esta visión, reiterados por Sheinbaum: Por el bien de todos, primero los pobres. No solo justicia social, sino prosperidad compartida que riega la economía desde abajo, no desde arriba como en el modelo fallido anterior. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre.

Los recursos son del pueblo y se devuelven en bienestar y obras, no en corrupción. Con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Este año, México hizo historia al elegir por primera vez a jueces, magistrados y ministros por voto popular, democratizando un poder antes reservado a élites.

En su cierre, la presidenta reafirmó un credo personal y gubernamental: “No mentimos, no robamos y nunca vamos a traicionar al pueblo de Campeche ni al pueblo de México”.

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Este mensaje desde Campeche no es retórica vacía; es un recordatorio de que la transformación avanza imparable.

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