CDMX –La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que presentó denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México contra Uriel “N”, el hombre que la acosó sexualmente mientras caminaba de Palacio Nacional a la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Es algo que viví como mujer, pero lo vivimos las mujeres en nuestro país. Lo he vivido antes, cuando no era presidenta, cuando era estudiante y como joven”, declaró la mandataria durante su conferencia matutina.
El incidente ocurrió cuando Sheinbaum decidió caminar los cinco minutos que separan ambos recintos para evitar retrasos. “Mucha gente nos saludó sin problema hasta que se acercó esta persona totalmente alcoholizada”, relató.
Posteriormente, el agresor fue detenido por elementos de la Policía capitalina y permanece a disposición del Ministerio Público en la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales, en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc.
SHEINBAUM ADELANTÓ DOS ACCIONES INMEDIATAS:
– La Secretaría de las Mujeres revisará si el acoso sexual callejero es delito penal en los 32 estados.
– Se lanzará una campaña nacional para promover el respeto y sancionar el acoso como delito.
“Tiene que haber respeto por la mujer en todos los sentidos y el acoso es un delito”, enfatizó. Además, reveló que el mismo sujeto acosó a otras mujeres en la zona tras el incidente con ella.
REFORMA REBASA LÍMITES
La presidenta cuestionó la publicación de fotografías del momento en la edición del 5 de noviembre del periódico Reforma. “Es un asunto de revictimización, rebasa todos los límites, está fuera de toda ética y moralidad. Puede entrar incluso en la Ley Olimpia”, señaló, aunque aclaró que no emprenderá acciones legales contra el medio, pero espera una disculpa.
Sheinbaum rechazó modificar sus protocolos de seguridad: “No vamos a aislarnos de la gente. Seguiremos caminando, saludando, sin camionetas todo el día. No hay riesgo conocido”.
ACOSO NO DISTINGUE CORONAS NI CARGOS
* No fue casualidad. El 4 de noviembre de 2025 quedará marcado como el día en que dos mujeres mexicanas, desde trincheras opuestas del poder simbólico, enfrentaron el mismo monstruo: El acoso que reduce, cosifica y silencia.
* La presidenta Claudia Sheinbaum caminaba del Palacio Nacional a la SEP cuando un hombre ebrio la hostigó en plena vía pública. No era la primera vez que una mujer en México sufre esto, pero sí la primera que una jefa de Estado lo denuncia en tiempo real, presenta cargos y anuncia una iniciativa para tipificar el acoso sexual como delito penal. No fue un gesto protocolario: fue un acto de Estado.
* Horas después, al otro lado del mundo, Fátima Bosch —recién coronada Miss Universo 2025— respondía con firmeza a un comentario que demeritaba el esfuerzo femenino en el certamen. “No estamos aquí solo para ser vistas, estamos para ser escuchadas”, dijo la mexicana, ganándose el reconocimiento público de Sheinbaum, quien la señaló como ejemplo de empoderamiento.
* Dos escenarios, un patrón. El acoso no pregunta si llevas banda presidencial o corona de diamantes; opera con la misma lógica de dominio en la calle, en el escenario, en la oficina, en el transporte. Y mientras siga impune, ninguna mujer —ni la más poderosa— estará a salvo.
