La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó categóricamente cualquier regreso a la “guerra contra el narco”, al calificarla como una estrategia “fuera del marco de la ley” que representa un “permiso para matar” sin juicio, y que solo incrementó los homicidios y la violencia durante el sexenio de Felipe Calderón.
“Regresar a la guerra contra el narco no es opción, no es opción”, enfatizó la mandataria, al contrastar dos proyectos de nación: el de la oposición, que representa “el regreso al pasado, a la corrupción y los privilegios”, y el de la Cuarta Transformación, basado en el “por el bien de todos, primero los pobres”, los programas de bienestar, la inversión pública y el rescate de las obligaciones del Estado en educación, salud y vivienda.
Sheinbaum relató el testimonio de una joven colaboradora de Palacio Nacional, originaria de Uruapan, Michoacán, quien le narró el terror vivido en esa entidad durante la administración calderonista, y subrayó que los llamados a retomar esa estrategia son “autoritarios” y conducen al “fascismo”, donde impera la violencia extrajudicial del Estado.
“Esos son el verdadero autoritarismo: el regreso a la guerra contra el narco”, sentenció, al defender que su gobierno trabaja en la pacificación del país disminuyendo delitos de alto impacto, siempre dentro del Estado de Derecho.

