CAMPECHE – Durante la conferencia de La Mañanera del Pueblo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que: ¡Campeche, es uno de los beneficiados del sureste!
Antes, era un rincón olvidado del mapa, donde el Golfo de México besa la selva y los pozos petroleros susurran promesas rotas. Campeche emerge como una de las entidades beneficaidas por las megaobras ferroviarias.
Con un trayecto de más de 200 kilómetros del Tren Maya, tres estaciones clave (Escárcega, Calakmul y Campeche), siete paraderos y una central de mantenimiento, este proyecto inyecta vida a su economía.
Desde el Palacio Nacional, y ante pregunta expresa del reportero de GRUPO CANTÓN, Juan Raymundo Hernández Méndez, la mandataria agregó: Imagínese: de una caída del 17.4 por ciento en su actividad económica post-pandemia (según Inegi), pasa a detonar turismo y empleo. El Tren Ligero de Campeche, un DRT futurista de 15 kilómetros que une el aeropuerto, el centro histórico y el Tren Maya, ya se construye en 15 meses lo que parecía un sueño.
DEL OLVIDO NEOLIBERAL AL RUGIDO DE LOS RIELES.
Durante su conferencia de “La Mañanera del Pueblo”, la mandataria, recordó las palabras del presidente López Obrador: “Cuando privatizaron los ferrocarriles, se les olvidó el sureste porque a nadie le importaba”.
Afirmó que hoy, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) y el Tren Maya reviven esa historia. El CIIT, que une Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas en 120 municipios para 5 millones de habitantes, es una plataforma logística que compite con el Canal de Panamá: Ferrocarril, puertos modernizados (Coatzacoalcos, Salina Cruz) y carreteras.
Inversión: 7 mil millones de dólares en cinco polos de desarrollo, con incentivos fiscales para fábricas y agricultura. El Tren Maya, con mil 554 km por Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, conecta 190 sitios turísticos como Calakmul y Chichén Itzá, impulsando empleo en turismo y agroindustria.
Juntos, estos ejes prometen un impacto económico mayor al del Canal de Panamá, con pasos elevados para fauna y consulta indígena obligatoria, como anunció Sheinbaum: “Permiso previo a pueblos originarios para respetar soberanía y tradiciones”.
