Un grupo de mujeres en Champotón inclina sus manos sobre la tierra húmeda, sintiendo el aroma fresco del surco recién cavado. Sus primeros tomates y chiles habaneros comienzan a brotar, y con cada tallo que emerge, crece también la esperanza de mejorar la economía de sus hogares. No solo aprenden a sembrar, sino a multiplicar huertos y replicar el éxito en sus comunidades, creando un impacto tangible en la vida diaria de sus familias.
Ronnye Jiménez, representante de la Secretaría de Desarrollo Agrario (SDA), detalló que hasta el momento se han puesto en marcha un promedio de 300 huertos y que la meta es alcanzar 650 en todo el estado. “Este programa empodera a las mujeres del campo; los productos cultivados se venden o se consumen en casa, generando un alivio directo para la economía familiar y alimentos frescos para la mesa”, explicó.
La iniciativa continúa, capacitando a más mujeres y entregando fertilizantes y semillas. “Se forman grupos de mínimo 10 mujeres, a quienes acompañamos desde la siembra hasta la cosecha. Ellas replican el huerto modelo y reciben asesoría técnica durante todo el proceso”, agregó Jiménez, mientras recorre los surcos y verifica que cada planta reciba la atención adecuada.
En paralelo, el programa de Productividad de Cultivos Hortícolas apoya a productores de chile habanero y tomate con insumos subsidiados al 50%, incluyendo cintillas, mangueras, poliductos y herramientas como fumigadoras, desgranadoras y molinos. Este año, permitió que productores eligieran la marca y modelo de su equipo, lo que disparó la demanda en todo el estado.
“Fue una bomba”, reconoce Jiménez. “Abrimos el programa un mes y se agotó todo. La gente está contenta y agradecida. Esto es posible gracias al apoyo presupuestal de la gobernadora, que nos permite estar presentes en el campo más que nunca”.
Entre diciembre y enero, el equipo de la SDA regresará para mostrar los resultados de la temporada de siembra. Se espera que cientos de familias campechanas vean cómo sus huertos crecen, no solo como plantas, sino como motor de producción local y multiplicador de oportunidades económicas en las comunidades.
