En la cultura de la inmediatez, los “likes, los followers y los comentarios” se han convertido en los nuevos medidores de valor personal. Cada publicación se transforma en una especie de examen público donde la validación se mide en cifras.
La dopamina que genera una notificación positiva puede elevar la autoestima momentáneamente, pero su ausencia provoca frustración y ansiedad De esta forma, la autopercepción queda sujeta a un algoritmo cambiante, haciendo que la satisfacción personal dependa de factores externos y efímeros.
SER VIRAL, LA META
Muchos jóvenes tienen miedo de subir una foto a redes por miedo a que no se haga “viral”, monitorean constante la interacciones de dicha publicación, esto les genera ansiedad al grado de que si no obtuvo las reacciones esperadas deciden eliminarla por “vergüenza”.
Gladys Romero comenta que “La asociación psicológica americana el año pasado hizo un estudio donde habla sobre que el uso intensivo de redes afecta en tres niveles a los adolescentes: ansiedad, depresión y comparación social”.

