CAMPECHE, CAMP. Un torniquete mal aplicado, hielo sobre la herida o incluso un trago de alcohol pueden empeorar rápidamente una mordedura de serpiente. Lo que realmente puede salvar una vida es llegar a tiempo a un hospital que cuente con antídotos como Antivipmyn, advirtió el biólogo Gabriel Cruz Morales, especialista en fauna silvestre.
En la Península de Yucatán, donde conviven comunidades rurales con algunas de las serpientes más venenosas de México, la localización rápida de centros médicos con suero antiofídico es determinante. “No se trata de remedios caseros ni de improvisar.
Cada minuto cuenta. Las acciones incorrectas pueden agravar el envenenamiento”, enfatizó el especialista. El suero específico Antivipmyn, su eficacia depende de administrarlo lo antes posible, por vía intravenosa y bajo supervisión médica. Cada dosis se ajusta al tipo de mordida y al tamaño de la víctima; no se recomienda su aplicación casera ni demorar el traslado al hospital, porque retrasar la infusión aumenta el riesgo de complicaciones graves.

