CDMX – La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aclaró durante su conferencia matutina “La Mañanera del Pueblo” que la reciente reducción de personal en Petróleos Mexicanos (Pemex) responde a la implementación de una política de austeridad republicana, con el objetivo de generar ahorros significativos y hacer más eficiente a la empresa estatal.
Estos ajustes, que incluyen la fusión de subsidiarias y la eliminación de filiales innecesarias, no afectan a los trabajadores de base, sino exclusivamente a puestos de confianza en el corporativo, y se garantiza la indemnización de los afectados según lo establecido por la ley laboral.
Sheinbaum enfatizó que esta reestructuración forma parte de un plan integral anunciado en julio pasado, que prevé un ahorro de hasta 50 mil millones de pesos anuales para Pemex, sin comprometer los derechos laborales ni la operatividad de la petrolera.
“Es una revisión estructural, como la que se hace en todo el gobierno, para eliminar duplicidades y enfocar recursos en la producción y el bienestar”, detalló la mandataria, respondiendo a rumores en pasillos de la empresa y medios que hablaban de despidos masivos, incluyendo un posible 5% en regiones como Campeche y Tabasco.
El director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, respaldó las declaraciones presidenciales, asegurando que el plan de austeridad fortalece a la petrolera como pilar estratégico del Estado, incrementando su productividad para posicionarla entre las principales del mundo. Esta medida se alinea con el rescate financiero de Pemex, que arrastra una deuda heredada de administraciones anteriores — calificada por Sheinbaum como “maldita deuda corrupta” de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto—, y busca diferir pagos para 2025 y 2026, con independencia financiera proyectada a partir de 2027.
Con esta política, el gobierno federal reafirma su compromiso con la soberanía energética, priorizando la eficiencia sin sacrificar empleos estables.
