CAMPECHE, CAMP. Los productores del Camino Real en Calkiní y Hecelchakán tienen motivos para celebrar, 12 kilómetros de caminos saca cosechas ya están rehabilitados, poniendo fin al calvario de trasladar sus productos entre lodazales cada temporada.
En una región donde el campo es el sustento de miles de familias, contar con rutas transitables puede ser la diferencia entre vender el maíz o verlo pudrirse en el camino. La rehabilitación de estos tramos es solo el comienzo.
Ramón Ochoa, secretario de Desarrollo Agrario, explicó que se han iniciado obras en otros caminos de la región, con planes para extender los trabajos en los próximos meses y atender zonas olvidadas, algunas sin mantenimiento por más de 35 años.
“Estamos comprometidos con el campo campechano. Estas obras son un paso para que los productores trabajen con dignidad”, afirmó.
IMPULSO AL CAMPO
En los últimos cuatro años, Campeche ha rehabilitado más de mil 200 kilómetros de caminos saca cosechas, una cifra que refleja el esfuerzo por conectar las zonas rurales con los mercados. Más de 7 mil productores se han beneficiado del programa de fertilizantes gratuitos, un alivio en un contexto donde los costos de los insumos agrícolas son una carga constante.
“Cada peso cuenta, y estos apoyos nos dan un respiro”, comentó Juan Pérez, un agricultor de Hecelchakán. En 2024, Campeche produjo 418 mil toneladas de maíz, y las autoridades confían en superar esa cifra este año.
Fertilizantes entregados a tiempo y caminos en mejores condiciones son la fórmula para un ciclo agrícola exitoso. Sin embargo, el éxito depende de pequeños detalles, que las lluvias no fallen, que los insumos lleguen a las manos correctas y que las carreteras no se conviertan en trampas de lodo.
