CAMPECHE, CAMP. En pleno corazón del Centro Histórico, la calma de la calle 8 se rompió con una escena que pocos campechanos olvidarán, una camioneta de grandes dimensiones, escoltada por al menos nueve trabajadores, trasladaba una pieza arqueológica envuelta en plástico especial.
Con ayuda de una pequeña grúa y cintas sujetadas con precisión, la cargaron cuidadosamente hasta el Museo de Arquitectura Maya Baluarte de la Soledad (MABS). La operación, digna de un ritual moderno, llamó la atención de vecinos y curiosos que se preguntaban qué tesoro maya requería tal despliegue logístico.
Hasta ahora no se sabe que pieza es, pero lo que si fue cierto es que se encontrada envuelta como si ocultara un secreto aún más pesado que su propia piedra. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha emitido detalles sobre el origen ni el valor de la pieza.
Tampoco se sabe si será parte de una nueva exposición temporal o si entrará al acervo permanente del MABS. Lo cierto es que su llegada, silenciosa pero espectacular, convirtió la calle 8 en escenario de especulación, algunos susurraban que podría ser parte de una estela, otros hablaban de un altar o un fragmento de escultura rescatado de las profundidades del tiempo.

