CDMX – Ya en México, expulsado de Paraguay, Hernán Bermúdez Requena, presunto líder del grupo criminal “La Barredora”, aguarda su turno para declarar lo que a su derecho convenga.
Enfrenta cargos por asociación delictuosa, extorsión, secuestro exprés y narcomenudeo en Tabasco, además de estar vinculado a tráfico de drogas, robo de combustible (huachicol), homicidios dolosos, desapariciones forzadas y corrupción institucional, según informes de inteligencia. Sin embargo, las probabilidades de que revele nombres o implique a otros personajes en el caso parecen remotas.
Según la abogada criminalista María de Lourdes García, su mentalidad político-policial le induce a callar, un comportamiento que, lejos de ser
casual, responde a una lógica de lealtades y temores arraigados en quienes operan en estos círculos.
María de Lourdes García sostiene que el silencio del acusado no es solo una estrategia legal, sino una postura calculada.
“En contextos donde la política y las fuerzas del orden se entrelazan, hablar implica riesgos que van más allá de lo judicial. La protección de redes de poder o el temor a represalias suelen pesar más que cualquier incentivo para colaborar”, explica la experta.
Este hermetismo, asegura, es típico en casos donde los intereses en juego trascienden al individuo y alcanzan esferas de influencia mayores.
La abogada también apunta que el historial del caso sugiere un patrón: quienes están inmersos en estas dinámicas raramente rompen el pacto de silencio o lealtades obligadas. “No es solo por lealtad, sino por supervivencia. En México, la experiencia nos muestra que ‘cantar’ puede costar caro, y no solo en términos legales”, sentencia la abogada.
Así, la apuesta parece clara: 8 a 2 a que el presunto culpable optará por guardar silencio, dejando en la penumbra los nombres y conexiones que podrían esclarecer el trasfondo de este escándalo.
Este escenario, además, se complica por el contexto político del país, donde las lealtades partidistas y los acuerdos bajo la mesa suelen dictar el rumbo de las investigaciones.
Para la especialista, el caso no solo pone a prueba la voluntad del acusado, sino también la capacidad del sistema judicial para romper las barreras de opacidad que protegen a las élites.
Mientras tanto, la sociedad observa expectante, preguntándose si alguna vez se conocerá la verdad detrás de las sombras.
Incluso algunos, esperan que mencione al senador Adán Augusto López, lo cual, la experta, está muy lejos o hay mínimas posibilidades de que sea señalado por Hernán Bermúdez. “La moneda está en el aire”.
