CAMPECHE. La tragedia que ayer sábado golpeó la carretera Mérida-Campeche recuerda al accidente ocurrido el 8 de febrero en la carretera Escárcega–Villahermosa, que dejó un saldo de 41 personas fallecidas. En aquel incidente, un autobús de pasajeros colisionó con un tractocamión y se incendió, dejando los cuerpos en condiciones tan graves que la identificación de las víctimas se realizó principalmente mediante pruebas de ADN, logrando reconocer a 30 personas, la mayoría originarias de Tabasco.
El recuerdo de aquel siniestro resalta la peligrosidad de estas vías y la complejidad que enfrentan las autoridades para atender a los familiares de las víctimas. coordinación entre los gobiernos de Campeche y Tabasco fue clave para garantizar apoyo y una identificación precisa, marcando un precedente en el manejo de tragedias viales que hoy sirve como contexto ante los recientes accidentes en la región.
Hasta el momento, las autoridades de Campeche y Tabasco han estado trabajando en conjunto para brindar apoyo a las familias afectadas y garantizar una identificación precisa y respetuosa de las víctimas.

