CAMPECHE, CAMP. En el estado, los salones de clases están cambiando, cada vez hay menos alumnos por grupo, lo que podría transformar la educación básica. Mientras la matrícula cae de 180 mil a poco más de 170 mil estudiantes, maestros y estudiantes viven aulas menos saturadas y con más posibilidades de atención personalizada.
Víctor Sarmiento Maldonado, titular de la Secretaría de Educación, reveló que, en los últimos cuatro años, la matrícula escolar ha ido disminuyendo, un reflejo de que las familias tienen uno o dos hijos en promedio y que la natalidad sigue bajando. Pero esta reducción lejos de ser mala, es buena, pues se darán mejores resultados académicos y menos estrés para maestros.
“Cuando yo empecé en primaria en 1976, llegaba a tener hasta 52 niños por aula; hoy un maestro atiende 36, y pronto podría trabajar con 20 o 25 alumnos, como en escuelas particulares o europeas”, explicó Sarmiento Maldonado.
Para los estudiantes, esto podría significar más tiempo de atención individual, mejor seguimiento de sus avances y menos agobio en clases masivas. Para los padres, representa la oportunidad de que sus hijos reciban una educación más personalizada sin depender exclusivamente de escuelas privadas.
Aunque la caída de matrícula refleja tendencias demográficas más amplias, el cambio abre la puerta a un modelo educativo más humano y eficiente, donde la calidad del aprendizaje se antepone a la cantidad de alumnos por aula.

