CAMPECHE. Campeche se prepara para volver a escuchar el sonido de los cascos en sus calles. Este sábado 13 de septiembre, más de 400 jinetes recorrerán el malecón y las avenidas principales en una cabalgata que no solo celebra la pasión ecuestre, sino que busca sentar las bases para recuperar una tradición olvidada “las ferias ganaderas”, aquellas que durante años fueron parte esencial de la vida de los campechanos.
“Montar un caballo es muy distinto a cualquier otro deporte. Uno no puede crear un vínculo con una pelota o con una cancha; con un caballo sí. Es tu compañero, tu mejor amigo. Al formar ese lazo, jinete y caballo se convierten en un verdadero equipo”, señaló el presidente de la Asociación Ganadera, Alberto Moreno Rodríguez, durante una conferencia.
Mientras que Florentino Moreno Balam, cabalgante, señaló que el evento tomará fuerza con el objetivo de rescatar esta tradición. La cita será a las 10 horas, en el parque Moch Cohuo, a la altura de las Fuentes Danzarinas. Desde ahí, la larga serpiente de caballos avanzará por el malecón, recorrerá la avenida López Portillo, doblará en la glorieta del aeropuerto y terminará en las instalaciones de la Asociación Ganadera Local.
TRADICIÓN, MÚSICA Y CABALLOS
Este espacio, se llenará de júbilo y relinchidos, pues no solo habrá convivencia, también música en vivo a cargo de la Banda “La Tamboreña” y la oportunidad de acercarse a los caballos. A la convocatoria respondieron charros, escaramuzas y cabalgantes de todos los municipios, desde Calkiní, Tenabo y Hopelchén hasta Champotón, Escárcega, Palizada y Ciudad del Carmen.
Incluso vendrán jinetes de Tabasco, sumándose a lo que ya es un evento regional. No es la primera vez que Campeche vive algo así, en ediciones pasadas se llegaron a reunir hasta 900 caballos. Este año, la meta no es romper un récord, sino recuperar la convivencia y acercar la tradición ecuestre a las nuevas generaciones.
DIVERSIÓN PARA TODOS
Esta cabalgata no se reduce a caballos marchando por la avenida.
Es una fiesta que busca tender un
puente entre lo rural y lo urbano.
En el campo, el caballo sigue siendo transporte y compañero de faena; en la ciudad, se convierte en espectáculo y en punto de encuentro. Familias enteras podrán ver de cerca a los animales, tomarse fotos, e incluso los niños vivirán la experiencia.
Campeche, acostumbrada al tránsito de coches y motocicletas, cambiará por unas horas el ruido de motores por el eco del galope. Será un recordatorio de que la ganadería ha sido siempre parte de su identidad. La cabalgata de este sábado es apenas el primer galope de un camino más largo, que apunta a que la feria vuelva a ser cita obligada para las familias campechanas.

