El Tren Maya se descarriló la tarde de ayer en Izamal, Yucatán, cuando uno de los vagones del convoy 304 que venía de Cancún hacia Mérida se salió de las vías al ingresar, a baja velocidad, a la estación del Pueblo Mágico. Según los primeros informes, el fallo se habría originado en un error de uno de los operadores de cambios de vía, aunque la investigación sigue abierta.
Los pasajeros, que vivieron minutos de incertidumbre, resultaron ilesos gracias a la activación inmediata de los protocolos de seguridad. La estructura del vagón, en cambio, sí llevó la peor parte, imágenes compartidas en redes muestran cómo el convoy quedó torcido, parcialmente fuera de la vía, con daños visibles que generaron preocupación entre usuarios y habitantes.
El servicio de atención a clientes del Tren Maya confirmó el percance y explicó que, en cuestión de minutos, los viajeros fueron trasladados a sus destinos en autobuses de la misma empresa. No hubo heridos, pero sí molestia: la gente quiere respuestas claras.
En Izamal, los rumores corrieron tan rápido como los tuits, algunos hablaban de saltillenses a bordo, otros aseguraban que hubo heridos, pero al final la versión oficial fue contundente: ninguna persona resultó lesionada.
LA VERSIÓN OFICIAL
A las 1:48 p.m. se activó la alerta. El Tren Maya, en su tramo Mérida-Cancún, sufrió lo que la empresa denominó “un percance de vía”. La Comisión Dictaminadora ya investiga y en las próximas horas se espera un comunicado oficial del Gobierno federal y de la empresa operadora, para explicar las causas y detallar acciones correctivas.
Mientras tanto, el servicio sigue funcionando en el resto de estaciones “con normalidad”, aunque entre comillas: los pasajeros ya no confían del todo, y la noticia del descarrilamiento genera más de una ceja levantada entre quienes todavía dudan de la seguridad de este megaproyecto.
Al final, lo que pudo ser tragedia terminó en susto. Los vagones si resultaron con daños, nadie salió herido y los protocolos funcionaron. Pero la postal quedó grabada, un tren de millones de pesos, quedó varado y torcido en plena estación de Izamal.
