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6 diciembre, 2025

PINCHE POLLO

Campeche

PINCHE POLLO CONQUISTA EL “NELSON BARRERA ROMELLÓN”

“Pinche Pollo”, llegó a conquistar a la fanaticada de los Piratas de Campeche en el “Nelsón Barrera”.

HÉCTOR CANTO

GRUPO CANTÓN

 

CAMPECHE.– En charla amena con Campeche HOY, Abraham Azar Wabi, socio comercial de Grupo Patronis, nos llevó por el colorido camino que dio vida a PinchePollo, una franquicia que no solo ha conquistado paladares en Campeche, sino que ahora también es un éxito entre la afición beisbolera en el estadio de los Piratas.

Sentados en un ambiente relajado, Abraham Azar comienza a desentrañar la historia de PinchePollo con una sonrisa que deja ver su entusiasmo.

Todo empezó, cuenta, con un personaje ficticio que se convirtió en el alma de la marca: ITO. “Imagina a un campechano de bajos recursos, un tipo humilde que sale en su bicicleta a vender huevos y otros productos para ganarse la vida. Ese es ITO, un personaje que creamos para conectar con la gente, alguien con quien todos en Campeche pueden identificarse”, explica Abraham.

La historia de ITO toma un giro cuando decide emprender un viaje hacia el sueño americano, llegando hasta Texas. Ahí, en un restaurante de pollo frito, conoce a Don Manolo, quien le enseña los secretos del pollo crujiente que cambiarían su vida.

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En Texas, ITO no solo aprende a freír pollo como los mejores, sino que también se gana un apodo que marcaría su destino. “En la cocina, ITO era el ayudante, el que hacía de todo. Sus compañeros, en tono de broma, empezaron a llamarlo ‘pinche’, y de tanto escuchar ‘PinchePollo, PinchePollo’ por aquí y por allá, el nombre se le quedó”, relata Abraham, riendo.

Ese apodo, tan espontáneo como pegajoso, se convirtió en la chispa que dio nombre a la franquicia.

Al volver a Campeche, ITO, fiel a sus raíces, decide abrir su propio negocio de pollo frito, apoyado por su familia, con la misión de compartir ese sabor que aprendió al otro lado de la frontera.

Pero, ¿por qué ITO? Abraham explica que la elección del nombre fue casi un juego. “El personaje es un pollito, literalmente. No queríamos estar diciendo ‘pollito’ todo el tiempo, así que pensamos en algo corto, cariñoso, que sonara natural. De ahí salió ITO, un nombre que le da personalidad y cercanía al personaje”.

Y así, con un pollito emprendedor como protagonista, PinchePollo comenzó a ganar terreno en Campeche.

La charla toma un giro hacia el béisbol, y los ojos de Abraham se iluminan al hablar de cómo PinchePollo llegó al estadio de los Piratas de Campeche. “La idea de llevar la marca al béisbol viene de la historia de ITO. En nuestra narrativa, cuando él está en Estados Unidos, va por primera vez a un juego de béisbol y queda fascinado.

Se vuelve fanático del deporte. Entonces, cuando regresa a Campeche, decide que su pollo frito tiene que estar en el estadio, donde la pasión de la afición se vive a flor de piel”, cuenta. En 2024, Abraham y su equipo se acercaron a la directiva de los Piratas para presentar su propuesta.

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“Les contamos quién es ITO, qué es PinchePollo y cómo nuestro producto podía encajar con la experiencia de los aficionados. Les encantó la idea”, añade.

Y si hay algo que ha conquistado a los fanáticos en el estadio, es el producto estrella de PinchePollo: las tiras de pollo servidas en un cono de cartón.

“Pensamos en algo práctico”, explica Abraham. “El estadio tiene butacas estrechas, la gente está en movimiento, así que diseñamos un cono que facilita llevar las tiras de pollo sin complicaciones.

Es crujiente, sabroso y perfecto para disfrutar mientras ves el juego”. Este detalle, aparentemente sencillo, ha hecho que PinchePollo se gane un lugar en el corazón de la afición beisbolera.

Mientras Abraham termina de contar la historia, queda claro que PinchePollo es más que una franquicia: es un reflejo del espíritu campechano, emprendedor y lleno de sabor.

Desde las aventuras de ITO hasta las tardes de béisbol, esta marca ha sabido combinar tradición, creatividad y un toque de humor para llevar el pollo frito a otro nivel. Y, por lo que cuenta Abraham, esto es solo el comienzo.

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