CAMPECHE, CAMP. Los mensajes no paran. En solo unos días, el DIF Estatal ha respondido casi 200 solicitudes vía WhatsApp de personas que quieren vivir la experiencia de liberar tortugas este mes de agosto. Algunas fechas ya están llenas. La gente quiere ir, quiere estar, quiere soltar esas crías de tortuga Carey y verlas dirigirse hacia su hogar: el mar.
Eva Herrera López, responsable del programa manifestó que, esto es un significado que, cada vez hay más conciencia de que proteger una especie, también es una forma de protegernos a nosotros mismos. El programa “Mi Carey”, impulsado por el DIF Estatal y encabezado por Laura Sansores San Román, ha tenido una aceptación que superó todas las expectativas.
Con 10 fechas habilitadas del 1 al 26 de agosto en campamentos tortugueros de Campeche —como Playa Bonita, San Lorenzo y Country Club—, la iniciativa busca conectar a la población con el acto simbólico, educativo y ecológico de liberar una especie en peligro de extinción.
La actividad es guiada por biólogos que ofrecen charlas breves, pero poderosas. Se visitan corrales donde nacen las tortugas, se observan sus primeros movimientos, y al atardecer, justo cuando la luz baja y el mar llama, se realiza la liberación. No hay contacto directo, pero sí cercanía emocional. “Es ver la vida empezar”, cuentan los que ya fueron.
Además, confirmó que el entusiasmo de los campechanos hasido abrumador. “Hay días que ya se llenaron. La gente quiere ir. Esta semana respondimos casi 200 mensajes y sigue llegando más gente interesada”. Para evitar complicaciones, la reservación se hace con un donativo simbólico y confirmación bancaria.
Todo lo recaudado se usa para comprar insumos para los campamentos como corrales, marcaje, protección, y más. Más que una moda, este auge por liberar tortugas habla de una población cada vez más conectada con su entorno. En tiempos donde el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son temas urgentes, la participación activa de la gente es esencial.

