CDMX- Tras obtener su libertad después de 20 años de encarcelamiento sin sentencia, Israel Vallarta Cisneros ofreció sus primeras declaraciones públicas, en las que reveló que Luis Cárdenas Palomino, exdirector de Seguridad Regional de la Policía Federal y considerado ‘mano derecha’ de Genaro García Luna, ya no se encuentra en el penal de El Altiplano, en el Estado de México.
Vallarta, quien fue víctima de un montaje mediático orquestado en 2005, señaló que Cárdenas Palomino, presunto participante en su detención y tortura, salió del centro penitenciario el pasado miércoles 30 de julio, aunque su destino permanece desconocido.
PALOMINO SE HIZO “HUMO”
“El día miércoles por la mañana salió de aquí. No sabemos dónde está; al parecer, nos dicen que fue al penal de Santa Marta, otros dicen que no, que fue a Ramos Arizpe, no sabemos”, afirmó.
La incertidumbre sobre el paradero del exfuncionario, acusado de vínculos con el narcotráfico y otros delitos graves, plantea serias preguntas sobre la transparencia en el sistema penitenciario mexicano y la posible protección a figuras clave de la administración de Felipe Calderón.
El caso de Vallarta, quien fue detenido en un operativo televisado que involucró a García Luna y que resultó en acusaciones de tortura física y psicológica contra él y su hermana Guadalupe, ha sido un símbolo de las irregularidades en el sistema de justicia mexicano. La liberación de Vallarta, impulsada por la intervención del gobierno de Claudia Sheinbaum, ha reabierto el debate sobre los abusos de poder durante el sexenio calderonista.
La presidenta ha reconocido las violaciones a los derechos humanos en este caso, aunque aclaró que cualquier solicitud de resarcimiento del daño corresponde a Vallarta, quien aún no la ha presentado formalmente.
Mientras tanto, Israel Vallarta, ahora en libertad, ha prometido seguir buscando justicia no solo por su caso, sino también por el de otros que sufrieron abusos similares. Este nuevo giro subraya la urgencia de reformas profundas en el sistema de justicia y penitenciario, para evitar que figuras como Cárdenas Palomino evadan la rendición de cuentas.

