CAMPECHE.- En su Cuarto Informe de Gobierno, la gobernadora Layda Sansores San Román pronunció un discurso cargado de determinación y claridad, reafirmando su compromiso con Campeche.
Con una postura firme, Sansores San Román no titubeó al reiterar su denuncia contra Alejandro “Alito” Moreno, líder del PRI, a quien acusó de estar políticamente “muerto” sin siquiera darse cuenta.
“Yo no me canso de denunciar a Alito”, sentenció, dejando claro que su lucha contra la corrupción y los viejos esquemas políticos no tiene tregua.
Por ello, con tono tajante enfatizó: “Había una vez un gobernador que sólo hacía maquetas y luego ¡a soñar! Nunca aparecía la obra…”
La gobernadora subrayó su independencia y lealtad absoluta al pueblo campechano: “No me hice socia de nadie y no tengo más compromiso que con Campeche”.
Estas palabras resonaron como un manifiesto de autonomía, en el que reafirmó que su gobierno no se doblega ante intereses externos.
En un tono poético y combativo, exclamó: “A las hijas del maíz se les respeta”, un guiño a la identidad cultural y a la fortaleza de las mujeres que, como ella, defienden sus ideales.
Sansores San Román también proyectó una visión de esperanza y cambio. “Nos preparamos para asistir a la fiesta del progreso”, afirmó, convocando a los campechanos a unirse en el esfuerzo por sacar al estado del último lugar en Producto Interno Bruto.
Su mensaje fue un llamado a la acción: “Atrevámonos a ser diferentes”. Con esta frase, la gobernadora instó a romper con inercias del pasado y construir un futuro donde Campeche prospere.
El camino no será fácil, pero Layda Sansores dejó claro que, con el apoyo de todos, “Campeche renacerá”.
Su discurso no solo fue un balance de logros, sino una invitación a soñar en grande y trabajar juntos por un estado más justo y próspero.
