CDMX.- La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enfrentó recientemente cuestionamientos sobre las vacaciones en destinos de lujo de funcionarios públicos y figuras cercanas al gobierno, como el secretario de Educación, Mario Delgado Carrillo, quien viajó a Europa, y Andrés López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador, visto en un hotel de lujo en Tokio acompañado del diputado federal Daniel Asaf Manjarrez.
Frente a estas críticas, Sheinbaum Pardo defendió el derecho de los servidores públicos a tomar vacaciones, pero subrayó que el poder debe ejercerse con humildad, invocando la doctrina juarista:
“En un cargo público, debemos comportarnos con responsabilidad; cada quien debe ser reconocido por sus méritos”.
La doctrina juarista, que Claudia Sheinbaum cita, exige que los servidores públicos actúen con sobriedad y compromiso, priorizando el bienestar colectivo sobre los privilegios personales. En este contexto, los viajes de lujo de figuras públicas, aunque realizados en su tiempo personal, generan una percepción de contradicción que erosiona la confianza ciudadana.
Sheinbaum tiene razón al afirmar que el reconocimiento de los servidores públicos debe basarse en sus méritos y resultados.

