CAMPECHE, CAMP. Cuando un niño deja de tener familia, esto no significa que deja de necesitarla, por lo que en el estado la respuesta a esto se construye con cuidado, con leyes y con seguimiento.
Por eso, el Sistema DIF Estatal no toma a la ligera el proceso de adopción, pues la prioridad es garantizar que niños y adolescentes vivan un entorno familiar digno, seguro y con amor.
“Los titulares del derecho a vivir en familia son los niños y niñas, nadie más”, afirma con firmeza y sensibilidad el Procurador Fernando Oceguera Miramontes, quien explica que la adopción no es el primer paso, sino el último recurso, cuando todo intento de reintegración familiar ha fracasado. Solo entonces, tras un proceso jurídico riguroso, se abre la posibilidad de que un menor sea adoptado.
Aunque muchos piensen que para adoptar hay tanto requisito que termina siendo un obstáculo, la realidad es que el DIF trabaja intensamente en la reintegración familiar, en reconstruir los lazos con la familia de origen cuando es posible.
