CAMPECHE. – En la colonia Laureles, este fin de semana se tiñó de tristeza, rabia e impotencia. Tres gatos —dos pardos y uno blanco— aparecieron sin vida, tendidos sobre el asfalto de las calles Azucena y Orquídeas. La causa: un presunto envenenamiento que ha desatado la furia vecinal, el temor entre los padres de familia y un clamor por justicia que retumba hasta en las paredes de la Fiscalía Especializada en Delitos contra Animales.
El hecho fue dado a conocer por Ana Alexandra Marín, directora municipal de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente en redes, quien señaló que esto fue obra de alguien con “alma podrida” y sin un mínimo de compasión es capaz de colocar veneno por las calles. Y si matar gatos ya es en sí un acto de crueldad, el riesgo de que un niño o cualquier otra mascota se intoxique ha encendido todas las alertas.
Algunos testigos de la zona, manifestaron que incluso vio cómo uno de los felinos se retorcía antes de morir. “Aquí hay niños que juegan en la calle, ¡imagínese si alguno agarra el veneno por accidente! Esto es una barbaridad”, señalaron.
El caso no pasó desapercibido para las autoridades, la directora confirmó que ya tienen conocimiento de los hechos. Exhortó a los vecinos a no dejar salir a sus mascotas sin supervisión y a denunciar cualquier pista que pueda llevar al culpable. Las denuncias, recordó, pueden hacerse de forma anónima.
