Con la asistencia de autoridades estatales, ayuntamientos, organizaciones civiles, universidades, centros de investigación y representantes comunitarios, se instaló formalmente el Consejo de Seguimiento del Corredor Biológico Balam Beh (CBB).
Esta instancia estratégica consolida un modelo de gobernanza territorial para proteger, restaurar y gestionar de manera conjunta el corredor que conecta la Reserva de la Biósfera Calakmul con la zona de la Laguna de Términos, abarcando un territorio de 402 981.25 ha y 37 comunidades.
“Con la instalación de este Consejo, damos un paso firme hacia una conservación participativa que reconoce el conocimiento ancestral de nuestras comunidades y lo une al respaldo científico e institucional. No se trata de prohibir, sino hacer las actividades de una manera más sustentable. El Corredor Biológico Balam Beh es un patrimonio vivo que hoy protegemos en colectivo”, — Jocelyn Durán Murrieta, Titular de SEMABICCE.
Este espacio de gobernanza permitirá coordinar acciones de conservación, restauración y manejo sustentable del territorio, así como impulsar una bioeconomía local que beneficie a comunidades rurales de la región, consolidando una gobernanza ambiental participativa y territorialmente articulada, un espacio de diálogo, gestión y planeación estratégica que marcará un hito en los esfuerzos de conservación del estado.
Este Consejo tiene como objetivo central fortalecer la gobernanza territorial del corredor, garantizando una mayor articulación entre comunidades locales, instituciones gubernamentales, organizaciones sociales y académicas. Su finalidad no es sólo técnica, sino profundamente social y ambiental: construir un modelo de conservación justo, funcional y adaptado a las realidades de Campeche.
El Corredor Biológico Balam Beh, cuyo nombre significa “Camino del Jaguar” en lengua maya, es un espacio geográfico estratégico de más de 402 mil hectáreas que conecta dos grandes regiones naturales de importancia internacional: la Laguna de Términos y la Reserva de la Biósfera de Calakmul. En él convergen selvas altas y medianas, humedales, manglares y cuerpos de agua dulce, conformando un mosaico de hábitats vitales para especies como el jaguar, el tapir y numerosas aves endémicas, así como un sistema natural que provee servicios ecosistémicos esenciales como la captación de agua, la conservación del suelo y la captura de carbono.
En este territorio habitan 24 comunidades de forma íntegra y otras 13 lo hacen parcialmente, lo cual subraya su importancia no sólo ecológica, sino también social y cultural. Estas comunidades son protagonistas fundamentales en el cuidado de su entorno, desarrollando e impulsando prácticas productivas sustentables como la agricultura orgánica, la apicultura, la ganadería regenerativa y el ecoturismo comunitario.
La instalación del Consejo es una declaración de principios sobre cómo debe construirse el futuro de Campeche, desde una visión que reconoce que la conservación no se impone, se teje colectivamente, respetando la identidad de los pueblos, sus saberes ancestrales y su derecho a decidir sobre sus territorios.
El Consejo permitirá diseñar estrategias más efectivas para conservar la biodiversidad, restaurar zonas degradadas, evitar el aislamiento de ecosistemas clave, y fortalecer la resiliencia frente al cambio climático.
Además, contribuirá a dinamizar la bioeconomía local, generando bienestar sin comprometer los equilibrios naturales.
Con la instalación de este Consejo, Campeche se posiciona como un referente nacional en la construcción de modelos de desarrollo que colocan al medio ambiente y a las comunidades en el centro de la toma de decisiones.

