CARMEN.- La devoción a Nuestra Señora del Carmen volvió a brillar en Ciudad del Carmen con el tradicional paseo marítimo por la laguna de Términos, una celebración que, tras 70 años de historia, reunió a más de 25 mil feligreses de la región y de diversos puntos del país.
Entre cánticos, aplausos y lágrimas, los devotos se congregaron en el mercado Alonso Felipe de Andrade y el Malecón de la Ciudad para honrar a la madre y protectora de los marinos y pescadores.
Los festejos iniciaron a las 7 de la mañana con una misa en el Santuario Mariano Diocesano, oficiada como preámbulo a una jornada cargada de fervor.
Posteriormente, la imagen de la Virgen del Carmen recorrió las principales calles de la ciudad — Calle 31, Calle 22, Calle 39 y Calle 20— hasta llegar al Malecón por Stella Maris, donde miles de fieles proclamaban con entusiasmo: “¡Viva la reina de los carmelitas!, ¡viva nuestra Madre santísima!, ¡que viva la protectora de los pescadores!”.
En el muelle fiscal, el Excmo. Sr. Obispo Don Rafael Palma Capetillo, obispo auxiliar de Jalapa, Veracruz, presidió una solemne misa en el Malecón de Stella Maris.
Durante su homilía, destacó el rol de la Virgen María como modelo de fe y guía para las familias dentro del Plan de Salvación de Dios, exhortando a los presentes a fortalecer su devoción no solo a la Virgen del Carmen, sino también a su hijo, Jesucristo. “Lleven siempre en el pecho los rosarios y escapularios como símbolo de su fe”, expresó el prelado.
A las 12 del mediodía, dio inicio el momento más esperado: el paseo marítimo. La imagen de la Virgen, resguardada en el barco Doña Conchita , navegó por las aguas de la laguna de Términos, acompañada por decenas de embarcaciones ribereñas y camaroneras. Los fieles, desde las lanchas y el malecón, elevaron plegarias, agradecieron promesas cumplidas y pidieron por la salud de sus seres queridos, en un espectáculo de fe que bendijo las aguas carmelitas.
La jornada culminó con el retorno de la Virgen a su santuario, escoltada por miles de devotos que reafirmaron su compromiso con una de las tradiciones religiosas más arraigadas de la isla. Este evento, que combina espiritualidad y cultura, consolida a Ciudad del Carmen como un epicentro de devoción mariana, renovando año tras año el vínculo de sus habitantes con su patrona, la Virgen del Carmen.
