CAMPECHE, CAMP. El rugido de la maquinaria aún no inicia, pero en los rostros de decenas de campechanos ya se siente la marcha del futuro. Con la promesa de más de 1,200 empleos, la planta “American Cotton Division FX” abrió sus puertas en Seybaplaya, marcando lo que podría ser un antes y un después en la vida laboral e industrial del estado.
En medio del calor costeño y con una sonrisa que no disimula el orgullo, la gobernadora Layda Sansores encabezó la inauguración de esta inversión nacional —originaria del Estado de México—, celebrando no solo la llegada de una nueva empresa, sino también el inicio de una etapa de reinvención para Campeche. “No podemos fallarles. Somos gente de bien, que vale mucho y que hoy se reinventa para mostrarle al mundo lo que es Campeche”, dijo la mandataria, visiblemente emocionada.
Para los inversionistas de American Cotton, no hubo duda: eligen a Campeche no solo por su ubicación estratégica y potencial industrial, sino por el talento y la ética laboral de su gente. Así lo reconocieron sus directivos, al destacar que encontraron en los campechanos un aliado que sabe trabajar con entrega, con corazón.
Seybaplaya, históricamente puerto de tránsito, comienza ahora a consolidarse como nodo de industria. Esta planta podría ser el primer eslabón de una cadena de crecimiento que traiga más empresas, más tecnología y más oportunidades a una región que durante años fue considerada “paso entre otros destinos”.
Pero la narrativa ya cambió. Campeche no solo recibe inversiones: las abraza, las potencia, las transforma. Y hoy, con algodón y esperanza, Seybaplaya empieza a tejer su lugar en el mapa del desarrollo económico nacional.
