CDMX.– El tomate mexicano, símbolo de nuestra agricultura y pilar de las exportaciones agroalimentarias, se ha convertido en la primera víctima de una nueva escalada en las tensiones comerciales entre México y Estados Unidos.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha decidido retirar el Acuerdo de 2019 que suspendía una investigación antidumping contra México, imponiendo un arancel del 17.09 por ciento a las exportaciones de tomate fresco.
La acusación es clara: prácticas comerciales desleales. Pero, ¿es esta medida un acto de justicia económica o un movimiento proteccionista que amenaza la relación bilateral? La decisión, respaldada por la Sección XI.B del acuerdo, permite a Estados Unidos dar este paso tras un preaviso de 90 días, según el Departamento de Agricultura (USDA).
Sin embargo, el impacto va más allá de las cifras. El tomate mexicano, que representa una parte significativa de los dos mil millones de dólares anuales en exportaciones agrícolas a Estados Unidos, enfrenta ahora un obstáculo que encarecerá su acceso al mercado vecino, afectando a productores, distribuidores y, eventualmente, a consumidores.
Esta medida no solo pone en riesgo la competitividad del tomate mexicano, sino que también abre la puerta a una guerra arancelaria más amplia.
México, que ha defendido la calidad y legalidad de sus exportaciones, podría responder con medidas recíprocas, afectando productos estadounidenses que dependen del mercado mexicano.
La historia reciente nos enseña que los conflictos comerciales rara vez benefician a las partes involucradas: los costos se trasladan a los consumidores, los empleos peligran y las relaciones diplomáticas se tensan.
Es imperativo que ambos países retomen el diálogo para evitar una escalada que dañe a sus economías y a sus ciudadanos. El tomate, hoy en el centro de la disputa, es solo el comienzo. La pregunta es: ¿Quién será el siguiente? México debe actuar con inteligencia, defendiendo a sus productores sin caer en el juego de la confrontación. La estabilidad comercial del continente está en juego.

