CAMPECHE, CAMP. Antes de que el agua toque las rodillas o el viento arranque techos, ya hay botas esperando órdenes. Son 544 elementos del Ejército Mexicano, alistados en el Décimo Batallón de Infantería, quienes están listos para desplegarse en cualquier punto de la región durante esta temporada de lluvias y huracanes, como parte del Plan DN-III-E.
El subteniente Herid Cuesta Vázquez, confirmó que el personal está disponible los 365 días del año, las 24 horas del día con maquinaria, cocinas móviles, vehículos todo terreno y la voluntad de servir, estos hombres y mujeres están entrenados para actuar en momentos donde otros apenas reaccionan.
Su misión es clara: resguardar vidas, habilitar albergues, repartir alimentos, y ofrecer apoyo sin distinción, cuando más se necesita. “Estamos listos para salir en cualquier momento. Lo primero es proteger a la población, establecer albergues, apoyar con alimentación, instalar cocinas comunitarias y brindar todo tipo de ayuda social”, compartió.
Además de la logística, el ejército cuenta con el corazón y el orgullo de su vocación. “La mayor satisfacción para nosotros es ver a la gente segura, saber que nuestra presencia marcó la diferencia. Es un orgullo poder aportar ese granito de arena cuando se necesita”, expresó Cuesta Vázquez.
MAQUINARIA ESTÁ LISTA
En caso de emergencia, el personal militar podrá usar vehículos 6.5 toneladas, camionetas y unidades 4×4 para ingresar a zonas de difícil acceso. Además, tienen maquinaria pesada y equipamiento especializado que puede habilitarse de inmediato, adaptándose a cualquier necesidad.
El protocolo está claro: organizar al personal, salir en apoyo, asegurar a la población, y si es necesario, levantar albergues en minutos. Todo esto con un enfoque sensible: niños, mujeres, adultos mayores, todos son prioridad.
