CAMPECHE, CAMP. El Tren Ligero de Campeche no solo llegará con vagones y estaciones. Antes de que opere de manera oficial, ya cambió el rostro de muchas colonias por donde cruzará. Calles que antes estaban llenas de maleza, banquetas rotas, faroles apagados y parques olvidados, hoy lucen diferentes, y todo gracias al impacto indirecto de esta megaobra.
El general Camilo Hernández Trejo, encargado del proyecto, explicó a CAMPECHE HOY que la obra trajo consigo una renovación urbana que no estaba en el mapa original, pero sí en la visión del futuro. Se embellecieron espacios públicos, se reconstruyeron banquetas, se mejoraron drenajes y se colocaron nuevas luminarias.
“Reconstruimos parques, colocamos nuevas estructuras, sobre todo en estos sitios como la avenida Álvaro Obregón o La Ermita, donde antes había muy poca iluminación”, comentó el general, recordando que muchos de estos lugares eran zonas olvidadas, invadidos por gente en situación de calle o incluso inseguras para la población.
SIN DAÑOS A LA VEGETACIÓN
Por otra parte, reveló que, al inicio de la obra hubo quejas por el retiro de árboles y palmeras. Pero Hernández Trejo aclaró que ningún ejemplar fue talado sin ser reubicado, y en muchos casos incluso se sembró más vegetación de la que se retiró. Las nuevas áreas verdes se pueden ver, por ejemplo, en los alrededores de Ciudad Administrativa, donde se reubicaron varias especies. “Esta obra no se hizo para destruir el entorno, sino para embellecerlo. Todo fue pensado para sumar”, afirmó.
Aunque en su momento hubo molestias por las obras, calles cerradas o cambios inesperados en la circulación, hoy muchos de esos espacios abandonados han recobrado vida. Lo que era una promesa de movilidad, terminó siendo también una oportunidad para recuperar la ciudad.
