CAMPECHE, CAMP. El pasado 8 de mayo, a más de 30 mil pies de altura, con una falla mecánica en pleno vuelo y 215 pasajeros abordo, el capitán carmelita Roger Castillo no titubeó. Mostró lo que realmente significa ser piloto: valentía, profesionalismo y temple en una situación crítica, lo que le permitió realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto internacional de La Habana, Cuba, sin un solo herido. Su acto heroico fue reconocido este 1 de julio por el Congreso del Estado de Campeche.
Ante esto, legisladores durante la sesión oficial del Congreso rindieron homenaje al campechano que hizo historia en el aire. Roger, con años de experiencia en la aviación, enfrentó lo impensable mientras pilotaba un vuelo de Viva Aerobus que cubría la ruta Miami–Mérida. Uno de los motores falló, pero no así su capacidad de reacción. Con serenidad y precisión, descendió el avión y logró que las 222 personas a bordo tocaran tierra sin daño alguno.
El reconocimiento, propuesto y avalado por la Junta de Gobierno, no fue un simple trámite protocolario. Fue el aplauso colectivo a un hombre cuya sangre fría y compromiso salvaron vidas. La distinción, además de ser un símbolo de orgullo local, evidencia la importancia de la preparación técnica y emocional que exige la aviación.
La historia de Roger no es solo la de un piloto experimentado, sino la de un ser humano que, enfrentado al peligro, puso todo su conocimiento y valor al servicio de otros. Su hazaña ya ha sido destacada a nivel nacional, y en el gremio aeronáutico es visto como un referente de lo que significa realmente liderar una cabina.
Cabe resaltar que, este 28 de junio, el carmelita también fue reconocido por la Cámara de Diputados. La diputada federal Elda Castillo Quintana, fue quien presentó ante el pleno la propuesta para que la Cámara Alta entregara el reconocimiento al piloto originario de Ciudad del Carmen.

