CDMX. – La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos lanzó una grave acusación contra Vector Casa de Bolsa, señalándola como un canal para blanquear más de 40 millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón.
Según el comunicado, Vector también facilitó transacciones que beneficiaron al Cártel del Golfo, mientras que CIBanco e Intercam, con activos multimillonarios, habrían jugado un papel “vital” en el lavado de dinero ligado al tráfico de fentanilo.
Estas denuncias, respaldadas por la Ley FEND Off Fentanyl, han desatado una tormenta de implicaciones políticas y económicas, pero también un recordatorio: sin pruebas claras, las acusaciones no bastan.
La narrativa estadounidense pinta un cuadro alarmante: una empresa controlada por García Luna habría manejado transacciones millonarias con Vector entre 2013 y 2019, mientras una “mula de dinero” del Cártel de Sinaloa blanqueó 2 millones de dólares entre Estados Unidos y México.
La designación de cárteles como “asociaciones terroristas” por la administración Trump añade un tono político que no puede ignorarse. Sin embargo, en un país como México, donde la memoria del caso Cienfuegos aún resuena, estas afirmaciones deben enfrentarse con escepticismo y una demanda firme de evidencia.

