CAMPECHE, CAMP. Con la experiencia que da el monte y el coraje que impone la necesidad, los ganaderos de Hecelchakán y Tenabo han trazado una línea clara: aquí no entra el gusano barrenador. Así lo aseguró Lázaro Tun Medina, líder de la Asociación Ganadera de la Sabana del Descanso, quien fue tajante: “no nos andamos con rodeos, aquí cuidamos a los animales desde que nacen”.
Y no es una frase al aire. En esta zona del Camino Real, cada parto es una alerta sanitaria. Las reses recién paridas, o cualquier herida, se vigilan con rigor para evitar que la mosca deposité sus huevos y convierta una simple lesión en una tragedia ganadera. Más de 58 productores se mantienen en constante supervisión, protegiendo así a más de 4 mil 500 cabezas de ganado.

