CAMPECHE, CAMP. Este año la temporada de huracanes trae números alarmantes: se esperan entre 13 y 17 fenómenos, casi el doble de lo que se registraba hace dos décadas. El riesgo de tormentas intensas crece, y la Secretaría de Protección Civil en Campeche ya está en alerta máxima. El titular, Anuar Dager Dranja, lo dice claro: “Debemos elevar la guardia, tener listos nuestros planes familiares y estar prevenidos.”
Por ello, reiteró que habrá más medidas, desde vigilancia constante, comités de abasto, operativos de seguridad, planes familiares y alertas tempranas. Y es que manifestó que, lo que preocupa no es solo la fuerza de los vientos o las lluvias, sino la experiencia amarga que dejó el huracán Otis en Guerrero. Después de la emergencia, la comunidad sufrió otra crisis: la inseguridad y la rapiña.
“Se comercializó con productos que se acumularon entre pocos, creando un mercado negro que golpeó más que el huracán”, lamenta Dager. Para evitar ese caos, en Campeche ya funcionan comités de abasto y seguridad con la Guardia Nacional, las Fuerzas Armadas y la Policía local, todos trabajando juntos para proteger a la gente.
El monitoreo del abasto está en manos del gobierno federal y estatal, junto con representantes del sector empresarial, quienes han aprendido de esas lecciones duras para que los recursos lleguen sin obstáculos. La colaboración con figuras como Jorge Luis Lavalle y Ada Solís fortalece la estrategia.
Aunque no se sabe cuántos huracanes impactarán directamente la península, la estadística muestra que la amenaza es mayor que antes. El fenómeno de La Niña, que suele influir en la actividad atlántica, está en un punto neutro, pero podría dejar entre tres y cuatro tormentas de categoría mayor. Por eso, el llamado a la población es claro: prepararse, estar atentos y cuidar a sus familias.
Campeche, con sus playas y comunidades vulnerables, no puede darse el lujo de bajar la guardia. La memoria del pasado reciente está fresca, y la clave está en la prevención, la unidad y la vigilancia constante. En tiempos de huracanes, cada detalle cuenta y cada persona es parte de la red que puede salvar vidas.
