CAMPECHE.- El Estadio Cruz Azul Nelson Barrera Romellón fue testigo de un momento histórico para el béisbol mexicano. Francisco Campos Machado, el icónico exlanzador sonorense, anunció en conferencia de prensa su ingreso al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano como parte de la Clase 2025. Con 48 votos, “Pancho Ponches” lideró la elección, consolidando su legado como uno de los grandes en la historia del deporte nacional.
“Es un honor inmenso pertenecer al Salón de la Fama, un reconocimiento que todo pelotero sueña con alcanzar”, expresó Campos, visiblemente emocionado, ante los medios y aficionados presentes. El exlanzador, célebre por su trayectoria en la Liga Mexicana del Pacífico con los Tomateros de Culiacán y su larga carrera con los Piratas de Campeche, agradeció a sus mentores, compañeros y fanáticos por el apoyo a lo largo de sus 26 temporadas como profesional.
La jornada estuvo llena de momentos memorables. Tras la conferencia, Campos dedicó tiempo a firmar autógrafos en fotos, jerseys y pelotas, además de tomarse selfies con los aficionados que no dejaron de corear su nombre. Como broche de oro, el exlanzador recibió un reconocimiento por su trayectoria previo al primer juego de la serie entre los Piratas de Campeche y los Leones de Yucatán, desatando la ovación del público.
UNA CARRERA DE LEYENDA
Francisco Campos Machado, nacido en Guaymas, Sonora, dejó una huella imborrable en el béisbol mexicano. Con 15 selecciones al Juego de Estrellas de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), Campos brilló durante 26 temporadas (1993-2019), principalmente con los Piratas de Campeche. Su récord de 200-148, una efectividad de 3.35 y 2,181 ponches en 3,038.1 entradas lanzadas lo colocan como el cuarto mejor ponchador en la historia de la LMB.
Apodado “Pancho Ponches” tras ponchar a 18 bateadores en una serie final en 2002 entre Tomateros y Venados, Campos también representó a México en competencias internacionales como los Juegos Centroamericanos, Panamericanos, el Clásico Mundial de Béisbol y la Serie del Caribe.
DE BATEADOR A LANZADOR ESTELAR
La carrera de Campos dio un giro inesperado en 1994. Tras un inicio como bateador con un promedio de .148 en 19 juegos, una fractura en el tobillo lo obligó a someterse a una cirugía que limitó su movilidad. Su mánager, Javier Martínez, lo convenció de convertirse en lanzador, una decisión que cambiaría su destino.
Con la guía de leyendas como Hugo Lizárraga, quien le enseñó a tirar el tenedor, Vicente Romo y Fernando Valenzuela, quien lo instruyó en el screwball, Campos perfeccionó su repertorio. En 1995, ya como lanzador, mostró su potencial con una efectividad de 1.93 en cinco salidas. Para 1996, se consolidó como titular con un récord de 10-3 y una efectividad de 2.49, iniciando una racha de temporadas destacadas.
En 1998, Campos alcanzó un récord de 13-6 con una efectividad de 2.88, duplicando sus ponches de 70 a 130. Aunque tuvo altibajos, como en 1999 (6-11, 3.71), rebotó con fuerza en el 2000 con un récord de 11-4, 3.10 y 172 ponches, consolidándose como uno de los pitchers más dominantes de la LMB.
UN LEGADO QUE TRASCIENDE EL DIAMANTE
Tras su retiro el 4 de octubre de 2019, Campos no se alejó del béisbol. Fue nombrado entrenador de los Piratas de Campeche para la temporada 2020, demostrando su compromiso con el deporte que lo llevó a la cima.
La entrada de Francisco Campos al Salón de la Fama no solo celebra su extraordinaria carrera, sino que también inspira a las nuevas generaciones de peloteros mexicanos. En Campeche, su nombre resonará por siempre como sinónimo de grandeza en el rey de los deportes.

