CAMPECHE, CAMP. En el campo campechano ya no hay tiempo para esperar milagros. La sequía avanza, el calor no cede y los daños al sector agropecuario podrían traducirse en pérdidas millonarias, si no se toman medidas urgentes para proteger animales y cultivos destinados al consumo humano. El llamado es claro: actuar ahora o perderlo todo.
Ante esto, Reyes Ramírez Padilla, delegado de la Ugocm “Jacinto López”, dijo que los riesgos por las altas temperaturas incluyen pérdida de peso en los animales por falta de alimento en los potreros, lo que los debilita y los hace más vulnerables a enfermedades.
El Monitor de Sequía de la Conagua no deja espacio para el optimismo. Al 30 de abril, Campeche pasó de 3.5% a 14.2% de su territorio afectado por sequía, siendo la única entidad de la Península de Yucatán con este nivel de afectación. En contraste, Quintana Roo y Yucatán siguen libres de sequía.
Aquí, en cambio, los potreros ya muestran las primeras huellas del desastre. Y no es un aviso menor. En juego están más de medio millón de cabezas de ganado, cientos de hectáreas agrícolas, y la salud de una cadena productiva.
SIN AGUA, SIN PASTO EL GANADO PIERDE FUERZA
Los efectos ya son palpables: animales sin pasto, más flacos, más débiles, y productores desesperados buscando alternativas. Por ello, se recordó la importancia de suplementar la alimentación del ganado, evitar el traslado durante las horas más calurosas del día, y monitorear constantemente su salud para evitar pérdidas por enfermedad o muerte.
El llamado también es para los que trabajan la tierra. Los cultivos de riego como la soya y el sorgo, así como los frutales, enfrentan su propio calvario.
Sin el abastecimiento adecuado de agua, difícilmente se podrá obtener una cosecha que valga la pena. La sequía no sólo seca la tierra, también seca la esperanza.
